Falsos Odiseos, de Gabriel Rodríguez Liceaga

Contrario a lo que se suele creer, el cuento corto no es un género fácil de escribir ni tampoco de leer –pero no sólo el cuento, también el microrelato, la greguería, el aforismo y otros tantos destellos que la literatura nos concede–. Porque no es el vistazo distraído, a veces acumulado, lo que le confiere forma; ni es la ocurrencia la que le da fondo y más bien lo suele arruinar. Si un reto exige a la prosa breve, llámese como se quiera, es crecer en la imaginación del lector. Ser una idea propia luciente y bella como un pececito rojo tras el irisado cristal de una pecera, como en el relato de Torri. Las ficciones que componen Falsos Odiseos de Gabriel Rodríguez Liceaga, transitan libres distintos géneros –ninguno menor– y cumplen con este sencillo reto: permanecen en un espacio acotado aunque transparente, se quedan como ideas lucientes y bellas que se irisan en la imaginación del lector.

∗Alfonso López Corral (Navojoa, 1979). Autor de La noche estaba afuera (Tres Perros, 2011), Musiquito del Talón (Tierra Adentro, 2013) y Cien caballos en el mar (Paraíso Perdido, 2017).

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