Los muertos vivientes en la televisión. Por Aldo León Flores

“En The Walking Dead quiero explorar como la gente se enfrenta a situaciones extremas y como estos acontecimientos los cambian.Y va a durar. Verán a Rick cambiar y madurar hasta el punto que mires atrás y no lo reconozcas. Espero que les gusten las grandes sagas épicas por que es lo que pretendo hacer aquí.”-Robert Kirkman.

El texto anterior fue extraído del primer número impreso de The Walking Dead (TWD) en palabras de su creador y guionista. Surgida en papel en el 2003 fue hasta octubre del 2010 cuando llegó a la pantalla. Para darnos una idea de su impacto tenemos las siguientes cifras. La primera temporada fue de siete capítulos, la segunda pasó a 13 y en la tercera incrementó a 16 episodios. Hasta donde sé, en TV no hay presencia sin rating. Pero vamos poniendo en claro, hay series con temporadas más largas (como Criminal Minds o Grey Anatomy), y de mayor audiencia (Friends o Game of Thrones) o con un mayor número de premios (Mad Men o Modern Family), pero ninguna se compara a The walking dead. Veamos por qué:

A diferencia de algunas películas, historietas y libros, en twd no hay un final escrito en comparación con la brevedad del cine zombie (unas noches, un par de días.) En el papel aún se sigue publicando de manera mensual (Va en el número 110, yo me quedé en el #100) sin existir indicios sugerentes de un pronto desenlace, sea fatal o esperanzador. La tensión se prolonga sin dar tregua desde el primer capítulo. Digo, recibir un balazo, quedar en coma y despertar viendo la ciudad sin señales de vida, sin olvidar una horda de seres deseando meterte diente no es un inicio feliz. Hasta el último episodio es más o menos la misma dinámica. Mordidas, balas, muertos, alguna sonrisa, correr, el amor y muchos muertos.

Rick, Michone, Andrea y el resto de los que están (y han estado) dentro de la serie, son personajes perfectamente identificables; con elementos que instigan en ellos la duda, el miedo, la valentía y la alegría, aspectos que son utilizados cuando la historia lo requiere. En un momento de la tercera temporada, Glenn dice a Hershel: “Haría lo que fuera por mantener vivo a mi grupo”. Rick es el claro ejemplo de a dónde pueden llegar esas palabras. Disparar a un desarmado, abandonar a un caído, deshumanizarse cada vez más, tomar la libertad de otro.

Un gran acierto dentro de la serie televisada es la aparición de nuevos personajes y dramas. Daryl en ninguna línea aparece en papel pero se ha convertido en quien lleva el peso del rating junto con Michone. Ambos encarnan bien el rol de antihéroe a la perfección con el que el público adora identificarse. El trabajo de maquillaje ha sido excepcional así como vestuario. Ropa con marcas de sudor y mugre, cabello tieso, hasta los dientes has sido cuidados en verse desaseados.

The Walking Dead difícilmente ganará una docena (ni siquiera seis) premios Emmy o Golden Globe. Es demasiada hipócrita la critica culta de los que”saben”. Espero en algún momento la presión sea tanta que se obliguen a premiar y reconocer públicamente una serie que rompe los géneros y tabúes impuestos. Peter Hoeg afirma que creemos que existe un límite en el miedo. Sin embargo, sólo es así hasta que nos encontramos con lo desconocido. Todos disponemos de cantidades ilimitadas de terror. Eso explota twd a un nivel nunca visto en una serie de tv . Un mundo con un contexto en extinción donde los zombies no es lo peor que puede aparecer. Vale el tiempo verla o leerla, pues como han sido tantos los cambios en la adaptación que uno sin leer la serie impresa disfrutaría la versión televisada y viceversa, siendo este otro factor importante.

No recuerdo haber visto una transición del papel a la pantalla tan bien aceptada por parte de los seguidores de la versión original. Este suele ser un gran problema, pues los conocedores de la parte impresa suelen ser inflexibles en su afán de asumir su sabiduría. Como comenté anteriormente, leí twd hace años y al llegar al quinto capítulo de la tercera temporada, me di cuenta que debía abandonar lo que sabía y dejarme llevar. Si bien se han realizado cambios, la naturaleza de los personajes (originales) se ha conservado, al igual los conflictos de la trama. No puedo apostar que sería mejor o peor haber seguido la línea escrita de manera calcada. Sólo agradezco ver algo sin precedente. Si alguien dice que la pantalla venció el libro y me piden dar un ganador, no podría, solo un justo y honroso empate. Un ganador claro que hay, el público.

Retomo el final del prólogo a cargo de Robert Kirkman: The walking dead será la película de zombies que nunca acaba. La serie Law and order duró 20 temporadas. Imaginar ver otras 17 temporadas, ver por ejemplo cómo crece Judith en un mundo que sólo ella conoce; ver cómo envejece Rick y cómo la naturaleza busca resurgir. Pero lo qué todos esperamos es saber qué pasa con los caminantes.

Pez Banana